Cargada de mitos y leyendas me decidí a leer un
clásico de la literatura. Muchos hablan que es una novela “maldita” ya que se
le encontró un ejemplar a Mark David Chapman después de asesinar a Lennon.
También tenía un ejemplar Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino de J. F.
Kennedy; y finalmente John Hinkley, que intentó matar a Reagan, se declaró
fanático del libro. A partir de todo esto, se cuenta que el FBI está al tanto
de cada sujeto que compra “El guardián…” ya que podría ser un potencial
asesino.
Con tanta carga maléfica, no podía dejar de probar en
convertirme en un Serial Killer. Nada
de eso sucedió al finalizar la novela, pero tal vez sea porque en mi país no
existe ningún Lennon…
Dejando de lado las leyendas y habladurías, el texto
de Salinger me pareció excelente. La historia es simple y está escrita con el
tono de un adolescente de 16 años totalmente desesperanzado de su presente y
del porvenir.
El joven
Holden Caulfield, el protagonista, es expulsado de su escuela y antes
que le llegue la noticia a sus padres decide pasar unos días vagando por Nueva
York. Durante esas horas se configura un monólogo interno, casi psicológico, de
la visión crítica que tiene del mundo y de la sociedad un adolescente
estadounidense de clase media acomodada.
Es increíble como Salinger nos muestra a través de un
chico, el repudio a todo un sistema que considera hipócrita, vanidoso y falso.
Al mismo tiempo deja ver la crisis que sufre Holden durante el traspaso de la
juventud a la adultez, con escenas cargadas de simbolismo metafórico, las
cuales connotan la nostalgia y la desilusión de alguien que no quiere abandonar
la infancia como emblema de la inocencia.
“El guardián entre el centeno” es justamente esa
persona que no permitirá que los niños caigan al vacío de un mundo malvado,
falso y cínico. Lo cual equivale a decir un mundo adulto y regresivo.
Toda esa protección hacia la niñez está representada
por el amor incondicional que siente el protagonista por su pequeña hermana
Phoebe, quien simboliza de alguna manera su último vínculo con el mundo que
está perdiendo.
Creo que la novela de Salinger es tan hermosa como
cruel y por eso es imperdible. Quizás la mejor manera de disfrutarla sea en su
idioma original ya que la traducción al español hace perder mucho ese modo
llano y directo en que sólo un adolescente puede expresarse. Fuera de eso es
excelente!!!
Por Matías Comicciolli.
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