Hace poco le escribí a un amigo que hay tres cosas de
las que no me puedo aburrir nunca: escuchar The Ramones, mirar películas de
zombis y leer novelas de Stephen King. Escucho, veo y leo muchas otras cosas,
pero sé que estas tres son satisfacción asegurada.
En este caso hablo particularmente de “Doctor Sueño”,
la novela que cuenta cómo siguió la vida del pequeño Danny Torrance de “El
resplandor”. El niño que logró escapar del Hotel Overlook junto a su madre,
creció y se hizo enfermero en un geriátrico. Gracias a su misterioso poder
ayuda a los ancianos a morir cuando están por dar el último suspiro. El caso es
que aparece una nueva jovencita llamada Abra, que también tiene “el resplandor”
pero mucho más potenciado.
Ambos deberán lidiar con una secta de “personas”,
“cosas”, “demoños”, que viajan en
caravana por todos los Estados Unidos alimentándose de niños con esta
particularidad de poder meterse en la mente de otros.
En todo este recorrido nos vamos a encontrar con el mejor
King que nos cuenta una historia con borrachos, drogadictos, apariciones,
muertes, descuartizamientos, sangre y dolor. Siempre estando presente este tema
tan recurrente en él, como es el paso de la niñez a la adolescencia y en esta
oportunidad también aparece la vejez y el fantasma de la muerte ya como algo
natural e inevitable. Parece que el viejo Stephen ya está viendo la otra
orilla.
La novela es increíblemente adictiva y se enmarca en
un estilo al que el autor ya nos tiene acostumbrado. No sé si se llega a
comparar con los grandes monstruos como “Salem´s
Lot”, “It” o “Cementerio de animales”, pero para unas
vacaciones, o para cualquier momento de esparcimiento es altamente
recomendable. Claro que si antes no leíste “El
resplandor” te vas a perder algunas cosas que hacen a la nostalgia de quienes si lo hicimos. (Ojo que hablo de
haber leído la novela y no de haber visto el film de Kubrick, que lejos está
del libro original.)
Por otro lado, recomiendo “Doctor Sueño” para aportar
mi granito de arena a la reivindicación de Stephen King como escritor.
Menospreciado y muchas veces no tenido en cuenta, creo que su obra es
fundamental para la literatura mundial y su talento abarca mucho más que los
best seller que se le adjudican. Creo que sus libros son imprescindibles como herramientas
de iniciación dentro de la lectura y me animo a decir también de la escritura.
Detrás de sus historias de terror siempre se
encuentra esa “otra cosa”, eso que nos envuelve, nos atrapa, nos seduce y no
nos deja escapar. Un poder que no conocemos y que no podemos explicar, pero que
sabemos que él posee, como Dan Torrance el “Dr. Sueño”.
Por Matías Comicciolli.
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