lunes, 22 de septiembre de 2014

“Mr. Vértigo” de Paul Auster.

Al terminar de leer el libro, me queda la sensación que no es una de las grandes obras de Auster. Con conocimiento de causa, puedo afirmar que tiene novelas mucho mejores, pero a su vez, está, adquiere cierto tinte de indispensable. Claro, siempre y cuando se quiera recorrer la obra de este gran autor.
Por esa razón merece la pena recomendarse.
Como nos tiene acostumbrados Paul, “Mr. Vértigo” es de lectura rápida, ágil y entretenida. En ella se cuenta la vida, en primera persona, de Walt un pequeño huérfano de Saint Luis, quien encuentra un maestro y mentor que le enseñara a levitar por el aire, transformándolo en “Walt el niño prodigio”.
Pero no todo queda en este recurso casi de realismo mágico. Las vidas de Walt y su maestro se verán subrayadas por el amor, el asesinato, la ruta, la traición, la historia, la pobreza y la felicidad. Toda con la cuota perfecta que siempre llevan los relatos de Auster. Esa especie de simplicidad costumbrista nos panea por toda la historia de Estados Unidos desde la década del 20, pasando por el KKK, la violencia racial, el crack económico, el estado de bienestar y la Segunda Guerra mundial.
Es imperdible, y destacable, como se logra amalgamar la vida de un puñado de personajes, encabezados por el pequeño Walt, a toda una porción de la historia social y cultural de un país.

De esta manera, si ya leíste otras cosas de Auster, “Mr. Vértigo” no te va a sorprender demasiado, pero sí lo vas a disfrutar mucho. 

Por Matías Comicciolli.

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