Impecable cortometraje animado, dirigido por Max Lang y Jakob Schuh. Es muy buena la calidez de la imagen y los movimientos. El realismo de los escenarios y la caricaturización de los personajes hacen que este film de 30 minutos nos deje ese gusto a poco. Para sumar motivos para clikear en el “play”, las voces de los personajes están a cargo de: James Corden, Robbie Coltrane, Helena Bonham Carter, John Hurt, Rob Brydon, Tom Wilkinson
La historia es una fabula tradicional (leí por ahí que originariamente es de origen chino) en donde un ratoncito, con el fin de encontrar un gran árbol de bellotas, burla a temibles depredadores como el zorro, el búho y la serpiente, inventando la existencia de un feroz animal llamado Gruffalo. Claro que finalmente su propia historia se vuelve en su contra, para hacer que este ratoncito necesite de su ingenio para poder salvar su vida.
Como toda fábula tiene su moraleja, la cual si somos algo críticos, no queda del todo clara. Para alcanzar los triunfos persóneles es condición necesaria recurrir a engaños y mentiras???
El tiempo va dosificado. Separado y aprovechado en su máxima extensión. La mano viene más o menos así. La hora de comer es cada dos otres horas. Al llegar el momento debemos tener en cuenta que se demora aproximadamente 20 minitos por teta. Al ser dos tetas, contamos con una cantidad de 40 minutos. Bien; sumemos a eso 5 minutos para el provechito. Como son un provecho por teta, la suma asciende a 50 minutos, que entre demoras, cabeceos y llantos hacen el total de 1 hora.
Tiempo suficiente para sentarse, y poder escribir un breve comentario sobre cine.
Una banda de los 80´s, con sus batidos y extravagancias, está a punto de saltar a la fama. Es la época de esplendor de Whitesnake y todas estas bandas de peluquería. Por eso Vesubio no quería quedarse atrás. Luego del gran show de esta última, un productor decide contratarlos para hacer de soporte de los ya consagrados Whitesnake. Pero claro, con una pequeña condición: su baterista, Fish, debe ser expulsado de la banda. Los demás miembros de Vesubio traicionan al batero y fundador y lo hacen a un lado sin remordimiento alguno.
Pasan veinte años y el rencor de Fish para sus ex compañeros no ha disminuido. Tanto es así que después de aquella noche de expulsión, nunca más volvió a agarrar los palillos y sufre a mares el estrellato de su vieja banda.
Pero el destino le tiene preparada su venganza. Una joven banda escolar, en la cual toca el sobrino de Fish, se queda sin batero, y es en ese momento cuando el sueño de estrella de rock comienza a cobrar forma.
Desde aquí en adelante es donde comienza la película. Una gran comedia al mejor estilo “Escuela de Rock”, protagonizada por Rainn Wilson (sí, el de The office) y dirigida por Peter Cattaneo, que algo sabe de comedias de ribetes musicales y si no vean “The full monty”.
En fin, la película puede pasar como una comedia más y hasta puede criticársele algunos lugares comunes en cuanto al “rock juvenil”, pero quien tenga 30 o un poco más de 30 y alguna vez tuvo una banda, y hoy se ve sumido en un trabajo monótono y sin futuro, sentirá sin lugar a dudas una gran simetría y empatía, por este excéntrico batero de los 80´s.
No recuerdo, pero creo que era Hemingwey quien decía que un cuento es como un iceberg, al cual sólo se le ve un porcentaje muy pequeño de lo que realmente es.
Bien, eso es más o menos lo que recordé al leer “El lobo-hombre” de Boris Vian. Mi amigo Nicanor me lo trajo una etílica noche de viernes, con las ganas inconfundible a que me pierda incondicionalmente en su lectura. Yo sin perder pisada a sus deseos y con el hambre de todo aquel al que le cae de imprevisto un autor multifacético como lo es el bueno de Boris, comencé esa misma noche a recorrer sus páginas.
Como en casi todo, hay algunos relatos que sobresalen del resto, pero es indiscutible que todos se caracterizan por poseer una originalidad extrema en su desarrollo. Uno ve esos personajes, siente hasta las situaciones más alocadas y se conmueve con el trasfondo que cada texto esconde por debajo de sus aguas.
Vian es un gran observador y a la vez un genio inventor de su propia escritura. Los destellos de soledad y violencia, salpican venturosos las historias que se cuentan, mientras los personajes transitan por caminos de nihilismo y desesperanza. El descreimiento en la humanidad muestra que B. Vian era un fiel hijo de su época, el cual a pesar del humor y la ironía, no deja de criticar a toda una sociedad en un mundo de posguerra.
Como siempre es un placer disfrutarlo, en este caso a través de “El lobo-hombre”.
Lugo de dar muchas vueltas y habiendo leído con anterioridad “El día que Nietzche llorró”, me decidí por adentrarme en las páginas de “Un año con Schopenhauer” del psicoterapeuta Irvir Yalom.
Sin dudas el libro no está a la altura de “El día que…”, pero su narración y su colage de historias y relatos lo hacen más que interesante.
Todo comienza cuando el psicoterapeuta Julius Hertzfeld recibe la alegre noticia de poseer cáncer, y con ello, sólo un año de buena salud. Después de meditarlo mucho, decide continuar trabajando en su grupo de terapia. Pero antes, y haciendo una introspección por su vida, llama a un antiguo paciente con el cual no había tenido buenos resultados. Este hecho comienza a abrirle las puertas hacia la filosofía pesimista de Arthur Schopenhauer.
Así la novela comienza a dividirse entre los capítulos dedicados a la terapia de grupo, otros que narran la vida de los paciente que asisten a la terapia, los que abordan la vida y los miedos del protagonista y los que se encargan de novelar, de cierta manera, la vida del filósofo alemán.
Bien, pero qué no deja la novela? Los sentimientos al leerla son encontrados. Por un lado no se puede negar que la escritura es bien llevadera y entretenida (hasta el punto que nos hace dudar de estar frente a una “novelita” de verano) Pero por el otro, nos pone a nosotros frente a lo impostergable de la muerte. El saber que el protagonista está próximo a morir, nos condiciona y nos distancia de lo que se podía considerar como algo inminente. Nosotros también moriremos, con la diferencia que Julius corre con la suerte de saber la llegada de esa fecha. A partir de aquí, cada miembro del grupo terapéutico comenzará un camino hacia el conocimiento de si mismos y del grupo, confesando miedos, temores, odios y amores. De esta manera Schopenhauer se transforma en una especie de guía espiritual y su filosofía en un libro de revelaciones milagrosas, frente a las angustias humanas.
El libro está cargado de misantropía, pesimismo implacable y misoginia. A través de estos condimentos es que se nos hace sumamente difícil no caer en reflexiones sobre la hora final y el sentido de nuestra actual existencia. Por otro lado, queda claro que lo que ocultamos en alguna parte de la conciencia es el fin mismo de las determinaciones de nuestras vidas y las casualidades sólo se dan en las virtudes azarosas del juego, y no en nuestras relaciones personales.
Un buen libro para pasar con uno mismo, sin necesidad de caer en autoayuda.
No hay un antes ni un después. Comenzamos a transitar la segunda semana del segundo mes del año y ya comienza a vislumbrarse el venidero año electoral. Por lo menos tratemos de recorrerlo como aquel que transcurre un fugaz momento del presente.
Y de lo primero que me entero es que el Oficialismo, o cualquiera que ocupe el lugar en el mando, será minoría en el Congreso ¿Más lugar para la democracia, o Poder político para no dejar gobernar? Por otro lado Macri ya se postuló como candidato a presidente. Eso si, si no gana se vuelve a la casa con su esposa. Ojalá sucedan de forma consecutiva las dos cosas. El resto de la oposición todavía está entre dimes y diretes.
Martes
Después de todo, siempre, dentro de los marcos de la vida, hay problemas sin solución. La corrupción dentro de las fuerzas policiales es uno de ellos. Siempre ligado, claro está, con asesinatos, fusilamientos, extorsión, drogas y prostitución. En este caso dos menores fusilados. Palabra que unida a la localidad del hecho, nos remite a la obra inaugural de la no ficción: “Operación Masacre” de Rodolfo Walsh. Otra vez fusilamientos, otra vez José León Suarez, con la diferencia que esta vez fue la policía y no un grupo que actuaba desde las sombras, pero la persecución afecta más o menos al mismo sector. Antes militantes peronistas, ahora negros, pobres y menores. Momento de relectura para no perder el foco.
Miércoles.
Trabajo en negro, trabajo esclavo o trabajo no regulado. Todo es parte de la misma forma infrahumana en que un sector de empresarios rurales somete a los trabajadores del campo. Las pruebas son irrefutables y las imágenes son más que impactantes. Ahora bien, Cómo es que sólo un sector del periodismo informa sobre esta realidad, que parecía ya costumbre normativa. La monopólica empresa de medios está más preocupada por limpiar al buen nombre, con olor a bosta, de sus socios campestres, que de hacer conocer la irregularidad en el trato a vidas humanas. Llegó a afirmar el clarinete, buchón y obsecuente, que blanquear a los peones rurales llevaría al derrumbe de la economía del campo. Es decir que la prioridad para seguir manteniendo el negocio, es seguir explotando personas. Muy democrático el noble matutino!!!
Jueves
Nada de política ni de economía. Ayer jugó la selección, y más allá del resultado favorable, esa imagen hizo recordar a los cruces mundialistas del último año. Todo impecable, los colores, el césped, los atletas, la falta de juego y las estrellas supervaloradas que siempre parecen que van a “pelar” y se quedan en el camino. En fin, igualmente entretenido y nostálgico. Además los jueves es de estrenos, y este en particular viene bien cargado. Tanto que la elección se torna más que complicada frente a los títulos. Por un lado “El discurso del rey” del director Tom Hooper y por el otro “Temple de acero” de los siempre bienvenidos hermanos Coen. Ambas ultra nominadísimas a los premios Oscar. Claro que no podemos dejar de lado nada que sea protagonizado por el gran Anthony Hopkhins. Por eso “El rito”, de Michael Hafstrom. Varias opciones y algunas peleas, para perfilarnos al fin de semana.
Viernes
Medicamentos truchos, desvío y lavado de dinero, esclavos en el campo y trabajo en negro. Algunos culpables, algunas culpas y muchos culposos. Sindicatos, gremios y partidos políticos metidos en el minestrón del delito mafioso organizado. Todo en año electoral (lo que hace respirar cierto tufillo a dudas podridas) Ahora bien, lo mejor, lo más destacable e inteligente que se le ocurre decir al sector acusado de estos indudables delitos, es que todo esto es una persecución política. Hijos de puta, eso si que es desviar el eje del problema. A Duhalde, De Narváez y todo ese tren fantasma, no le interesan los subsidios estatales para enfermos de HIV y Cánce robados a través de organizaciones sindicales. Les preocupa, patriota y democráticamente, que esos delitos sean una persecución política por parte del Gobierno Nacional. Para la Mesa de Enlace el problema no es tener a un hombre comiendo carne podrida en el mismo lugar en donde caga. El problema es que regularizarlos llevaría a la quiebra nacional del “campo”. Está muy bien, ya ni siquiera se preocupan por esconder, aunque sea un poquito, su hilacha derechaza!
Una grata sorpresa fue ver la película dirigida y protagonizada por Ben Affleck. Si bien sus dotes actorales siguen sin deslumbrar al espectador (o por lo menos a mi) su faceta de director va por buen camino.
“The Town” cuanta la historia de una banda irlandesa de asaltantes de bancos. Sí, unos tipos súper profesionales y armados hasta los dientes, que no dejan detalle librado a la suerte. Claro que con el amor, como hecho contingente dentro de la perinola de la vida, no hay recaudo que valga, y en uno de los asaltos (con mascaras de gomas, como homenaje irresoluto a la queridísima y recordada “Punto límite”) aparece este sentimiento tan inoportuno representado en la hermosa Rebecca Hall. Quien con sinceridad y sonrisas luminosas pondrá a prueba la organización de la banda y la eficiencia del programa de protección a testigos.
Ella se enamora de él, y él le corresponde con besos y abrazos. Pero ella no sabe que él es quien es. En ese punto es donde la historia de amor toma fuerza dentro de un marco de persecuciones, tiros, sangre y venganzas. La excusa para tanta acción es un obsesivo oficial del FBI encarnado en el consolidado actor de “Mad Men” Jon Hamm, quien no descansará hasta ver a la banda tras las rejas.
Porque si algo podemos destacar de “The Town” de Affleck es que es una historia romántica cargada de drama y acción. Todos estos condimentos, que no siempre son llevados con soltura y dinamismo, confluyen para hacer del film una buena opción para ver en pareja, tanto para los amantes del romance, como para los que les gustan los tiros y la acción límite.
Gran película de Ben y esperamos otra para comenzar a tener en cuenta a nuevos directores.
La recomendación del Bar de Nicanor para este mes iba a ser otra. Posiblemente mucho más distorsionada y a los gritos. Pasa que para pasar un febrero en la espera de la luz, o de dar a luz, mejor con un buen Rock. Pero no; la casa cambió su rumbo, como pasa casi siempre que los actos contingentes esperan una estabilidad que supera al más allá de las posibilidades que tenemos en nuestras manos.
Por eso cambiamos rotundamente de planes y para este mes se recomienda escuchar (con mucha atención porque viene de parte de Nicanor) "De sombras y sueños" de José Ignacio Lapidos.
Dejamos un video para que sepan de qué se trata… comentarios aparte en cuanto a la letra de este autor.
“El gran Vázquez” no es otra cosa que la historia de un caradura que “le quita a los ricos para quedárselo él mismo”. Elegimos esta película de Óscar Aibar, porque entre una cosa y la otra el gran historietista español Manolo Vázquez, nos parece más argentino que el dulce de leche, la birome o el asado.
Esto se simplifica en las escapadas, los timos, los engaños y las “chantadas” que este personaje real nos hace vivir en la Barcelona de los años 60. El ultra reconocido por estas latitudes como “Buscavidas”.
Pero más allá de su excéntrica y poco regular manera de vivir Manuel Vázquez fue un muy talentoso dibujante y guionista, que supo hacer un personaje de si mismo (el cual fue un éxito) Además tiene debajo de su pluma a “las Hermanas Gilda”, “Anacleto”, y “la Familia Cebolleta...”
La historia es seductora y muy divertida de por si. Copiar la vida de una persona de estas características no es mérito para ningún director, pero lo que cabe destacar, como siempre, es la actuación del genial Santiago Segura, quien copiando, tal vez, algunos aspectos, guiños y vicios del queridísimo Torrente, crea un personaje para cagarse de la risa. (“Sacarle la “pasta” a quien la tiene no es un derecho, es una obligación”) Sobre todo por su cosmovisión de la vida y la supervivencia dentro de una España, en un momento particular de su historia.
En fin, para pasar un buen rato, conocer a un personaje bastante singular y disfrutar de la actuación de Segura, “El gran Vázquez” nos deja más que satisfechos.
