viernes, 22 de agosto de 2014

“La chica del tren” de André Téchiné.

Indudablemente elegí esta película entre varias otras por lo sugerente del trailer, una muy linda chica, buena banda de sonido y un conflicto en el medio que mezcla problemas raciales con un misterio a develar. Con esos condimentos, más el tono francés la elección era obvia.

La película me pareció que estaba bien y que debía recomendarla. No tanto porque me haya deslumbrado verla, sino todo lo contrario. Al finalizar me quedé con una extraña sensación de incertidumbre. Lo que había terminado de ver estada muy bien, había mantenido mi atención hasta el final, incluso me había generado algunas preguntas durante el desarrollo. Por momentos también tuve curiosidad, temor y ansiedad con el relato, pero al llegar los títulos de cierre algo se modificó en mi percepción en cuanto al film.

A esta altura y habiendo masticado un poco más estos sentimientos creo que el problema está en el guión o en el cómo está contada la historia. Para comenzar, la película se separa en dos partes “Las circunstancias” y “Las consecuencias”. Estas dos partes si bien conforman una misma narración, están enfocadas en problemáticas diferentes. Esta instancia hace perder un poco el hilo conductor y el tema central de la película.

Jeanne es una chica muy bonita que busca trabajo, viaja en tren y anda el rollers. Conoce a un chico misterioso que carga de tensión su vida y a la de su madre Louise. Esta última trata de buscarle trabajo dentro del estudio de un viejo amigo abogado judío, pero sólo consigue confundir más la incomprensible cabecita de Jeanne, quien inventa una falsa agresión antisemita que alcanzará niveles masivos de preocupación en toda Francia.

Los dilemas y conflictos sociales que trata el film de Téchiné son más que interesantes, incluso el universo particular de la chica está reflejado con una serie de detalles atrayentes para un espectador atento a lo que se le está contando. Por otro lado la dirección, la fotografía, la música y las actuaciones son para destacar por su corrección.

Este conjunto de cualidades hacen de “La chica del tren” una película recomendable y esta es la razón fundamental por la que escribo sobre ella. Luego quedaría analizar si mi percepción personal al terminal el film es compartida por otros o no. Pero para ello es indispensable sentarse a verla.


Por Matías Comicciolli. 

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