martes, 19 de agosto de 2014

“IT (Eso)” de Stephen King.

Leer “IT” era algo que me debía desde que en los 90´s me perturbó la película. Dije: “Algún día voy a leer el libro…” Igualmente no fue lo primero que tomé de King, hubo varios títulos que disfruté hasta el fanatismo. Pero por una cosa o por otra, nunca llegaba la hora de “IT”. Bien, finalmente la deuda está saldada.

Se me ocurre decir que es una gran novela. En todos los sentidos. Es una gran novela de forma positiva y también es una gran novela de manera negativa.

Una vez que se empieza, no se puede dejar. Te atrapa, te apasiona. Los personajes aparecen en escena y comienzan a formar parte de nuestra vida, y nosotros de la de ellos. Pero todo ese impulso, toda esa vorágine con la que comenzamos a leer “IT” se va diluyendo paulatinamente con una extensión narrativa que creo desmesurada y evitable.

Mil y tantas páginas donde sólo encontramos al genio de King en unas 500 y el resto parece totalmente agregado, alargado y extendido. Fue la primera vez que tardé más o menos seis meses en leer una novela. No porque sea mala o aburrida, sino porque se divide tanto, en tantas historias y explicaciones que uno le termina costando volver al cause.

Ahora bien, esas 500 páginas que rescato son de un nivel y una calidad increíble. En ellas se puede ver (y leer) todo el talento de este maestro del terror. A pesar que en mi opinión, “IT” no es una novela de terror. Su temática cruza desde la aventura, el misterio y la acción, hasta lo realista y fantástico, con algún que otro lamentable matiz metafísico.

Todo transcurre en un pequeño pueblo donde cada 27 años se despierta una fuerza maléfica, que se cobra la vida de pequeños inocentes. Siete niños, reunidos casi azarosamente se encargarán de combatir a esta fuerza demoníaca encarnada en la forma del payaso Pennywise. Es derrotada en un primer momento, pero cuando se creía vencida por completo reaparece en el pueblo con la idea de volver a sembrar el mal. Los niños se vuelven a reunir para una nueva batalla, con la diferencia que ahora se han convertido en adultos.

Este es el marco que elige Stephen King para hablarnos de los miedos. Tema central que atraviesa todo el relato. El miedo de los niños que aparece en forma de payaso, hombre-lobo o leproso y el miedo adulto oculto dentro de un inconsciente que se cree desconocido, pero que vuelve a reflotar con, tal vez, más intensidad que en la infancia. Por eso la novela no es de miedo, sino sobre miedos.

Por otro lado también nos habla del paso y de la transformación de la niñez a la juventud y de esta última a la adultez. Y que ese paso también provoca miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a “Eso” que no podemos explicar pero que está ahí, en alguna parte dispuesto a atacar otra vez.


“IT” de Stephen King es sin dudas una novela excelente y a esta altura es un clásico que no se puede dejar pasar. El tamaño intimida, pero la satisfacción de alcanzar el final es más grande que el miedo. Superarlo queda en cada uno y en la batalla que estemos dispuestos a dar, sabiendo que frente a nosotros se encuentra nada menos que el payaso Pennywise!!!

Por Matías Comicciolli.

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