No siempre es garantía de confianza la dupla de los
hermanos Coen, pero en este caso me llevé una más que grata sorpresa. “Balada
de un hombre común” como se llamó en castellano, es una gran película que genera
una fuerte empatía con aquel espectador que posea cierto acercamiento con la
música, y que a la vez puede ser del goce de todos.
Excelente fotografía, muy buenas ambientaciones,
hermosas canciones y destacadas interpretaciones hacen de esta pequeña historia
circular una joya sin desbordar ambiciones desmedidas. Lo importante es contar
un cuento y contarlo bien. Que sea bello a pesar de la tristeza del relato.
Llewyn Davis es un solitario cantante folk de
principios de los 60´s. Sin que aún haya despegado su carrera, el muchacho se
halla con su compañero de dupla suicidado, su aventura de una noche embarazada,
sin un centavo, y con la tutela de un gato ajeno a cuestas. A pesar de todo
este cantante guitarrista decide seguir adelante buscando el “éxito” donde sea.
Los Coen nos muestran una atmósfera sombría. Los días
siempre son grises como la vida del protagonista y su entorno. Los problemas se
suceden a lo largo de una semana, en donde cualquiera que no esté convencido de
lo que hace hubiese abandonado todo. A pesar de ello él siempre sigue adelanto
agotando hasta la última chance de oportunidad, caminando a través de la nieve
con su estuche, su sobre todo y su gato (que no es “su” gato).
Destaco sobre todo la atención que se le puso a todas
las escenas donde se canta y se toca la guitarra. Muchas veces este tipo de
películas son encaradas con actores que “hacen” que tocan los instrumentos. En
este caso Oscar Isaac nos muestra solidez tanto en lo vocal como a la hora de
tocar la viola. El reparto también acompaña la desdicha de Davis con una Carey
Mulligan demandante y pica bocho y un John Goodman grandilocuente, intolerante
y soberbio, sobre todo frente al incipiente movimiento folk noyorquino.
“Inside Llewyn Davis” tal vez no quede entre las
grandes obras de estos directores, pero sin dudas tiene todos los condimentos
que esperamos, disfrutamos y que ya son su firma y su sello. Después de
desilusiones como “Quémese después de leerse”, los hermanos Coen vuelven a
subir algunos casilleros en mi ranking personal con esta película que además
tiene un excelente soundtruck.
Matías Nicolás Comicciolli.
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