domingo, 5 de julio de 2009

Seguimos comiendo caca...

Lo peor de esto es que cuando vuelva a reinar en nuestro país un régimen con carácter neoliberal y las empresas vuelvan a cerrar sus puertas y la economía sea una fiesta para unos pocos, nadie se va a acordar de este otario que casi nunca se juega el pellejo y nunca da un consejo, pa ayudar en lo que sea cuando llegue la ocasión. Y si de ocasiones hablamos, no puedo dejar pasar que gracias al pertinente estado conspirativo en que se vive, vuelven otra vez las dudas, los por menores y las limaduras de asperezas que reinan dentro de un sin fin de actividades que se podrían llegar a realizar, siempre y cuando amerite la concurrencia de comensales prostibularios dentro de un número cuantificablemente aceptables. Pero claro, al pelotudo este, más ahora que tiene rulos, no le vamos a dar la razón jamás. ¿Por qué? Porque un gobierno democrático, con instituciones incorruptibles y con sistemas económicos que lejos de derivarnos en la más absoluta dictadura del proletariado, hace que la mayoría, por el sólo hecho de ser mayoría, tenga razón. ¡Coma caca señora… miles de moscas no pueden estar equivocadas!

. Pero no puedo dejar pasar el móvil que me llevó a manifestarme por escrito. LA PUTA MADRE!!!!! Será posible que siempre termine re caliente, indignado y diciendo cosas que no tengo que decir con respecto a cuestiones u opiniones que no puedo modificar. Cómo lograr ese tono dialéctico, gramatical o mayéutico que alcanzan las buenas razones y dan la razón a los razonables. La pasión en casi todos estos casos le gana a la razón, haciendo que el "lobo estepario", que convive en cada uno de nosotros, aflore y cometa actos que después nos avergüenzan o nos hacen arrepentir.

Lo más fácil es que te digan, "no te calientes" o "cómo te vas a poner así" Y cómo no me voy a poner así. Cómo no se me va a subir la sangre a cabeza por las cosas que me apasionan y que veo que están vendiendo como carne podrida algo que son mis convicciones. Cómo no querés que me vuelva loco cundo no te dejás abordar por otra cosa que no sea un sutil y mediocre análisis de todo. Cómo querés que me quede tranquilo cuando te sumís en la idiotez más galopante (en el sentido etimológico de la palabra idiota)

¿Tanto cuesta analizar las cosas por el otro lado? ¿Ponerse en el lugar de otro, tenga o no razón? Si hay un tipo (imaginen el más vulgar y pedestre de los oficinistas) que el único discurso que tiene es la fiel copia de algo que mal escuchó de alguien que sabía menos que él, yo me preocupo por entender su coagulado manifiesto. Pero que me vengan con certeros análisis cómo el que reza que la culpa de la inseguridad la tiene la izquierda o que Diego está en el banco porque lo puso K… y bueno aguantate la que se venga.

Si el precio que hay que pagar para no comer caca y tratar que otros no coman caca es quedar en la más absoluta soledad, indiferencia o anonimato, empecemos a acostumbrarnos, porque como bien dijo alguien alguna vez, lo importante es no abandonar las convicciones, no callarse la boca y a sacudir los discursos mentirosos. Lo que hay que evaluar es cuanto estamos dispuestos a perder.

¡Cuánto estás dispuesto a perder?






3 comentarios:

  1. Nunca te vas a quedar solo amigo. Con tus iluminadas palabras estás aportando un granito de arena para un mundo mejor, donde exista un sistma más humano, más equitativo, en el que creés vos y en el que creo yo. Y gracias a que seguís teniendo esa convicción, que yo comparto, seguiremos disfrutando de momentos de felicidad. Siempre gracias...

    ResponderEliminar
  2. Gracias Manu por el comentario en estos tiempos de amarretismos opinológicos certeros. Pero el aporte es tuyo, ya que fuiste vos quien una vez (hace algún tiempo ya) me dijo lo de no abandonar las convicciones. Y vamos por esos momentos de felicidad.
    Salud
    El Misil

    ResponderEliminar