Otro día del amigo y van…?

El tema es no ponerme ramplón ni sensiblero.
La afinación se la da cada uno,
espero sobremanera no olvidarme de ninguno,
para no caer en el inevitable derrotero.
Y al final una canción de Loquero...


Rendido y re chiflado en mi pereza,
Trato incansable de superar el hastío,
Buscando en cada palabra la certeza,
Mientras escribo y despunto el vicio.

Día del amigo afortunadamente,
Debe y haber en la mitad de la vida,
Sin olvidarnos de nada pendiente,
Alargando lo más posible la despedida.

Educados casi todos a los bastonazos.
Expulsados más de la cuenta de los bares,
La vuelta a casa fundida en tres abrazos
Dejando la marca en los versos pares.

Este otario que se jacta de misiles,
Enculado, sin festejar el cumpleaños,
Protagonista de su propio desfile,
Olvida el olvido, la bronca, el desengaño.

Alega cadencia de un potrero,
Oferta consejos de sobremesa,
Se saca ante ustedes el sombrero,
Y arriesga por una mina la cabeza.

Agradece el afano de los sábados,
El esguince, las torceduras y la revancha,
Los momentos del partido mal jugados,
La esprite y la deuda de la cancha.

La habilidad del que hace una de más
Que termina siempre en gol ajeno,
Vecino desalmado en frías camas
Que escapa a mil sin apretar el freno.

De Orteguita aprendiste el eslalon
Y de Jauretche los pantalones cortos
Enjuiciando más a Aquiles que al talón
A la mierda los mediocres de culos rotos.

Arrea arrebatada la tropilla de tu zurda
Palo y a la bolsa a la naifa más urgente
Volvamos a festejar juntos la última curda
Porque en el campo tenemos un asado pendiente.

Recuerdo milenario el transpirar la camiseta,
Soberbia bretona, ni risa ni quebranto.
Jugándose la vida entre pisadas y gambeta,
Rompiendo los esquemas, eludiendo el llanto.

Trepador insistente de las cuestas abajo,
Violador condenable de la ley de gravedad,
Una mezcla de ají, cebolla y ajo,
Fumador pasivo del área en soledad.

Capitán subastado y sin un cobre,
Mezcla de Soriano y calavera,
Pidiendo siempre un pucho que sobre,
Silvando un tango de Gardel y Lepera.

En las venas te resuena un bandoneón,
Que hace vibrar tu castillo de sueño,
Tu morada es nuestra tripa y corazón,
Y de tu mugre sólo vos sos el dueño.

Todos los caminos te llevaron a Roma,
El occidente europeo y las revoluciones,
El regreso equivale a un pedo en coma,
Porque creo que nos sobran las razones.

Estos versos son un crimen perfecto,
Y esta guitarra la nota desafinada,
Aprovecha gaviota mientras quede erecto,
Para perfilar la última estocada.

Festejá conmigo esta mamua bohemia,
Anudáte los botines y salta del pingo,
Metéle coraje que la vida apremia,
Ya habrá tiempo para llorar el domingo.