Esta es una de esas películas que si no te la recomiendan,
es complicado que te lleguen. Son esos film que entran en la denominación
“Indies” y que no tienen un circuito comercial muy extenso.
“Quiet City” es la segunda película de Aaron Katz, un joven
realizador estadounidense (natural de Portland, Oregon) a quien le encanta
filmar relaciones humanas en ciudades vacías y con cámara en mano. Este es todo
el montaje que nos presenta esta peli.
Una chica llega a la estación de Brooklyn buscando a una
amiga que nunca llega. Pide ayuda para orientarse a un joven desconocido, de
quien no va a separarse durante las siguientes 24 horas. Todo esto es
simplemente el argumento con que se vale Katz para contar su historia. Simple;
la pareja de recién conocidos comienza un largo y apático recorrido por toda la
ciudad mientras hablan banalidades y practican actividades como tomar café,
cortarse el pelo, correr en la plaza, visitar una galería de arte y conocer
algunas personas. Poco? Sí, no hay un gran argumento. Importa?
Esto ya la vimos en “Antes
del amanecer”, en su secuela y en cierta forma, con un tono más musical, en
“Once”. Entonces; A dónde llega la
recomendación? En que me encantan este tipo de películas en donde se logra
contar con nada, algo tan grande y amplio como son las relaciones humanas.
La película no es más que eso: un pedacito de la vida de dos
personas que deciden caminar juntos, por una ciudad que por momentos los ignora
totalmente.
Además de usar recursos escasos, a nivel realización, el
director se vale de actores no profesionales para mostrar lo que pasa. Ambos
están muy bien, pero en lo personal creo que ella (Erin Fisher) tiene momentos
verdaderamente cautivadores (además de ser poseedora de un seductor tono de
voz) Esto posiblemente lo opaque un poco a el (Chris Lankenau) quien nunca deja
su pose de apático derrotado. Lo que rescata esta ambigüedad es la química que
se genera entre ellos dos, quienes a través de conversaciones simples y lugares
comunes (en el mejor de los sentidos) nos muestran la identidad de cada uno de
los personajes.
Se enamoran? Quién sabe. La conclusión dentro del cine
“indie” no es un problema a resolver. La eficacia recae en como se logra
mostrar, con este tipo de línea narrativa, los sentimientos de los
protagonistas.
El último plano de
“Quiet City” es una hermosura!!!
Por Matías Comicciolli.
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