La película del mes podría definirse por la bipolaridad, porque es una banda de sonido y es una película…imposible extrapolar una de otra… porque es Sean Penn que es actor y porque la dirige y produce (si, el actor de I am Sam, Carlitos Way, te de Pearl Jam...) y porque, a su vez, es solista y nos bendice con unas piezas musicales personales que duelen hasta arrancarnos todo vestigio de angustia y soledad del que no queremos hacernos cargo. Es bipolar porque arranca de mi, un ser más cercano a la burguesía del letargo de una vida marcada a fuego por los estándares sociales y el aplauso de la hinchada, un hálito de pasión y aventura que no creí tener, la sed de verde natural y días de libertad absoluta, donde el destino forje noches y atardeceres llenos de emancipación y hojas en blanco vacías de miedo. Es bipolar porque es Eros y Thánatos, un impulso de vida y uno de muerte. Es bipolar porque es ficción y porqué está basada en la vida real de Christopher J. McCandless.
Explota bipolaridad porque enaltece a la naturaleza, coquetea con Dios, pero se besa con el hombre.
Sólo me resta agradecer por este espacio a la gente de misil sovietico, y recomendarles dejarse llevar por estas bipolaridades, vale la pena el esfuerzo.
Por Fabricchio.
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