domingo, 30 de mayo de 2010

Crónica del 25.

Baje del 22 en Independencia y Paseo Colón, a esa altura el andar del colectivo se fundía en un paso cansino, casi perezoso, decidí bajar y seguir a pie mi camino junto a unos cientos que ya peregrinaban por el asfalto gris de la ancha avenida. Las expectativas no eran grandes, nunca me gustaron las aglomeraciones, sólo me movían las ganas de formar parte, alguna vez, de alguna de esas fechas que quedan en la historia para siempre, esa inquietud le había ganado a las otras de quedarme en casa, el último feriado del fin de semana largo, mirando el final de Lost.

Pero al acercarme a mi destino, comencé a sentir desde las tripas que la decisión de levantarme de la cama habían sido acertadas, el aire que respiraba era nuevo para mí, los sonidos, las caras desorbitadas, las miradas hacia todos los puntos para evitar perderse algo, todo ese paisaje tan común, se había transformado, estaba en el mismo lugar por el que pasaba todos los días y sin embargo era todo nuevo.

Y de repente llegue a esa plaza, repleta de gente, de vallas, de militantes, de policías y soldados, y todos miraban para un mismo lado, era extraño no verlos frente a frente esperando un choque, esta vez se sonreían, se saludaban, por primera vez se trataba de un encuentro. La crispación? Me pregunté.

Seguí caminando y vi ese cabildo iluminado con historia, con tragedias y alegrías, libertades y muertes, sonidos de odio y de libertad, y vi como por ese cabildo iluminada transitaba nuestra vida y la de nuestros abuelos, la vida de los que nos jodieron bien y la de aquellos que nos enorgullecen, y vi a la gente atenta, despierta y empezaron a cantar y a abuchear, y aplaudieron y lloraron, y entre todo ese ambiente que en cualquier otro momento hubiera tildado de cursi, saque mi camarita como uno más, como lo que soy y lo que era en ese momento, uno más, y ahí nomás grabe ese testimonio para guardarlo por siempre. Me sentí emocionado, con un nudo en la garganta y hasta confieso hasta con un poquito de ganas de ponerme a cantar con todas mis fuerzas, ganas que fueron apaciguadas con unos pequeños saltitos.

Y de ahí, comencé a caminar, para seguir viendo la fiesta, el pueblo y hasta creo haber escuchado la voz del Nano, refiriéndose a los nobles y villanos, borrachos en un rincón, compartiendo sus grandezas y miserias al menos por una noche.

Al otro día todo iba a ser igual, pero esa noche quedó en mi retina como un bálsamo de esperanzas, de esa misma esperanza que día a día muchos de los que también estuvieron ahí, se empeñan en machacar.

Por Barzi


jueves, 27 de mayo de 2010

El caso de General Villegas. Minimizar la responsabilidad.

Hace unos días se dio a conocer un caso en el que tres adultos se habrían filmado manteniendo un acto sexual con una menor de 14 años. El video habría sido subido a internet por uno o varios de los adultos.

El caso ganó trascendencia a través de los medios de comunicación nacionales, que incentivaron el debate polarizando las posturas entre quienes defendían a los adultos que habrían realizado tal conducta y criticaban “la ligereza de cascos” de la niña orgíastica, y quienes estaban en contra.

En su aspecto jurídico, el caso no tiene demasiada trascendencia, o por lo menos desconozco que se haya generado debate alguno. El debate que se generó tiene que ver con la moral. Pero no con cualquier moral. Más que nada tiene que ver con la moral que pretendemos que tengan los niños.

¿Porqué digo esto? Porque muchas personas minimizan la responsabilidad de los adultos y ponen énfasis en lo “rapidita” que parecía la chica, y en lo bien que la habría pasado durante el acto sexual.

Sin embargo resulta evidente que tratándose de una joven de 14 años, su nivel intelectual, emocional y moral se encuentra en plena evolución, no porque lo diga yo, sino porque no ha culminado su proceso de formación para una vida adulta.

¿Nos estamos acostumbrando a creer que los menores piensan, hacen y sienten como cualquier adulto en sus facultades plenas?

No nos olvidemos que se trata de personas ubicadas más cerca de la niñez, que de la vida adulta. ¿Ellos deben pensar y responder como lo hacemos o debemos hacer nosotros?

Pero esta reacción social del mundo adulto frente a los menores no es novedosa. Es la misma reacción que se escucha cuando, frente a los miles de jóvenes en riesgo que ingresan al delito, se clama por bajar la edad de imputabilidad, para que cada vez más temprano se incorporen a las huestes carcelarias, repitiendo así, la misma historia sin solución que desde hace décadas se aplica para los delincuentes adultos.

En definitiva, me parece que debemos advertir que es necesaria la distinción etaria en los distintos campos. Si buscamos que los menores respondan de la misma manera en que lo debemos hacer nosotros, adelantamos la niñez al estadío de la adultez. Y en vez de contención y educación, la sociedad responde con incomprensión, estigmatización y castigo.Y eso, a mi humilde endenter no es bueno.


Por Turco



viernes, 21 de mayo de 2010

ELVIS ESTÁ VIVO. Mayo.


Elvis está, nunca se fue. Lo ven por las noches, otros dicen que pasa sus mañanas tomando café y escapando de las obligaciones. En este último caso creo que la postura de Elvis es la más adecuada ya que toda obligación antes de las diez de la mañana no amerita ningún reparo, salvo que sea conseguir buena cafeína, buenas facturas y un sillón donde reflexionar sobre lo que a uno le tocó y no eligió.

Así pasa sus días, meditando sobre la vida y escuchando música. Y por eso esta vez nos trae nostalgia y sentimiento. Dos videos que pueden funcionar para un sábado antes de salír, o para un domingo a la madrugada configurado en el eterno retorno sin puntería a la cerradura.

De Elvis Está Vivo para el mundo entero. Que se disfrute.

David Bowie: Live at the BBC Theatre




Richard Ashcroft: Alone with everybody.





Por Elvil Está Vivo

martes, 18 de mayo de 2010

"It might get loud", Mi vida atravesada por la música.



Mi vida está atrevasada por música (Que lindo y natural es escribir en primera persona!!!- en las huestes académicas es alta herejía ¡!!), días atrás- no recuerdo claramente la fecha ni el momento- sentí que podía hacerle una treta a mi memoria y reconstruir a través de compases, acordes, riffs, recuerdos perdidos, eventos no asequibles, aromas, sentimientos perdidos. Fue una sensación poderosa y creo que para cualquier melómano se convierte en un reto posible, aún así no me embarqué en tal empresa- quedará para relatos posteriores o quizá vaya a formar parte de esos recuerdos no accesibles del Cosmos paralelo compuesto por los desechos de la memoria. No obstante, esa sucesión de pensamientos musicólogos hicieron recordar mi gran cuenta pendiente- Tocar un instrumento, formar parte de una banda-, hoy en día que está tan de moda “Salir del closet” yo quiero hacerlo!!!! Quise, quiero y querré Ser un Rockstar Carajo!!!! Un As de la guitarra!!! Lamentablemente nunca lo seré o al menos no en esta vida, no tengo energías suficientes para emprender un aprendizaje desde cero de un instrumento, y mi amor por la música es tan grande que no soportaría ser un mediocre, así que prefiero seguir anhelándolo y escuchar a los mejores (no dije virtuosos eh!!! Me aburren, perdóname Satriani, Vai, y demás).

Me pongo el traje de Recomendattore de películas que me presta el Misil Sovietico, y mágicamente enlazo mi humilde introducción con la recomendación de este mes, la misma oficia de documental pero es una película de rock, me siento más cómodo rotulándola así. “It might get loud” es un esfuerzo por contarnos de que la va esto de ser un referente de la música y la guitarra, hacernos sentir lo más cerca posible de un músico y su reliquia mas preciada- su instrumento, su extensión. Para la velada contamos con tres comensales: un Prócer (Jimmy Page-Led Zeppelín), un Vanguardista del Sonido (The Edge- U2) y una Joven Promesa (Jack White- White Stripes/ The Raccounters).

La cita no va de la mano de la linealidad, si bien la base de operaciones es un galpón en donde los “guitar soldiers” se reúnen cada cual con su armas a intercambiar yeites, riffs y demás, la película va más allá y sondea en la intimidad de cada personaje mostrando lo más rico en la relación entre el Ser y el instrumento. Historias, memorias, sentidos, tres hombres y un mismo instrumento que se resignifican a la luz de la cámara. Tres diferentes maneras de convivir con la guitarra, la crudeza de White, la arquitectura de sonidos de Edge y la belleza del Rock en estado puro con Page.

La película cuenta con momentos clave, a mí entender, la metamorfosis de Jack White, de empezar el documental con aires arrogantes y desafiantes se convierte en un niño lleno de admiración al presenciar el Riff inicial de “Whole Lotta Love” de la mano de su creador. The Edge convirtiendo un simple rasgueo monótono en una pared de sonido y para el final, un dialogo de guitarras memorable en el que sobran las palabras y las descripciones.

Por esto y mucho más que seguramente no puedo ni sé expresar, vean esta película mis amigos.


Por Fabricchio

lunes, 17 de mayo de 2010

"Once", una vez, una historia de amor.




Para la película de este mes volvemos a caer en la vieja simetría, ya mencionada por estos lugares, en donde un chico conoce a una chica. Esta historia se cuenta por montones y es la piedra fundamental de las comedias románticas. En este caso, la gerarquización del género queda sin efecto, ya que la película en cuestión es una “historia de amor” y no una “comedia romántica”. Lo importante y más atractivo de la misma, es que se cuenta a través de magnificas canciones compuestas por los dos protagonistas. Hasta este punto, esta humilde crítica puede no llevar a una pulsión desenfrenada por el placer de ir a ver el film. Pero se debe agregar que el marco de la historia se desarrolla un Dublín familiar y urbano, con esa melancolía que dan las películas británicas y con unos personajes ricos en naturalidad y queribles al máximo.

Él es un guitarrista callejero que inspira sus canciones en un amor lejano. Ella es vendedora de flores y llega a su vida como una epifanía para mostrarle el camino a seguir. Las canciones son las encargadas de seguir delimitando la historia y contar sus sentimientos más íntimos. Se podría decir que el género en que podría, también, encasillarse es el musical, pero a diferencia de los clásicos musicales, aca no se ridiculiza a los personajes cantando y bailando como si el mundo les pareciese ajeno. La intimidad de sus habitaciones, la angustia de sus soledades y la creatividad en los ensayos, son los ámbitos encargados de poner a funcionar la maquinaria poética y melódica que acompaña, como un personaje más, y complementa los lugares comunes en donde se escribe la historia.

“Once”, título original del film, es la pequeña obra maestra de John Carney quien se encarga de dirigir al guitarrista y miembro de “The Frames” Glen Hansard y a la pianista checa de 19 años Markéta Irglová. Los tres compondrán y representarán cada una de las canciones hechas especialmente para esta pequeña historia, que nos lleva a recorrer la húmeda y gris Dublín al ritmo de canciones de canta-autor, en donde los amores, correspondidos o no, son el material inspirador para que los personajes puedan expresarse, conocerse y alcanzar sus propios destinos.




Por El Bar de Nicanor y Misil Soviético.

viernes, 14 de mayo de 2010

EL BAR DE NICANOR EN MAYO

Nicanor tiene unas bandas, y que mejor que hacerle caso a él, para gastar uno mangos e invertir en acordes y sentimentalismos. La idea no es recomendar lo primero que viene en la agenda. La idea es que todo tenga un sentido, y por sobre todo una pluralidad.

Por eso en esta humilde página tenemos placeres que satisfacen al melancólico perdedor intransigente, a las rebeldes bohemias sentimentales y al rockero nostálgico maduro. Por eso es que van estas recomendaciones para pasar un par de meses como la gente.

MensajeISMAEL SERRANO 13-14-15 de Agosto en el Teatro Gran Rex

MensajeCAT POWER 29 de Mayo en el Teatro Coliseo

MensajeMensajeDIVIDIDOS 2 - 3 de Junio en LUNA PARK

HINCHADA HAY UNA SÓLA.

Para la Real Academia Española un hincha es un “partidario entusiasta de un equipo de fútbol”, pero en nuestro país no sólo el fútbol goza de ese privilegio. El rock es otro ámbito desde donde el público hace alarde de su identificación y pasa así a formar parte del espectáculo. Dos de estas aglomeraciones que ya son un símbolo indeleble para el show son “La hinchada del Racing Club de Avellaneda” y la hinchada que siguió durante años a Patricio Rey y sus redonditos de Ricota y a Los Piojos.

Son miles y miles de almas que juntas entonan un grito de aliento para sacar adelante esa pasión que los une y que los lleva a compartir durante noventa minutos un sólo sentimiento. Lo mismo se puede extrapolar al campo de un estadio al sonar los primeros acordes de la vasta cantidad de himnos que supieron construir las estrellas de rock.

Pero el trabajo del hincha no es nada fácil y mucho menos si los colores que lo identifican son el blanco y celeste.

Racing no se caracteriza por tener los mejores jugadores, tampoco por los campeonatos obtenidos en los últimos tiempos y sus hinchas sufrieron el descenso de categoría en 1983 y la quiebra del club en 2000. A pesar de esto, se sigue catalogando como la hinchada más fiel del fútbol argentino mientras repiten continuamente al unísono su postura de incondicionalidad frente a los colores y el dar todo sin pedir nada.

Dentro del mundo del Rock se puede hablar de aquellos que hoy alardean con una asistencia perfecta a lo que se dio en llamar “La misa Ricotera” o al “Ritual Piojoso”. Y es así porque tanto la gente que seguía a Patricio Rey y sus redonditos de ricota, como la que no faltaron nunca a una fecha de “Los piojos”, supieron hacer de su asistencia a cada show una religión dogmática que hace de su sentimiento una cuestión inequívoca. El sufrimiento de estos rockeros lo llevan tatuado desde aquel 4 de agosto de 2001 cuando Solari y los Redondos tocaron por última vez en Chateau Carreras de Córdoba frente a 50 mil personas o desde el frío y lluvioso 30 de mayo de 2009 cuando la banda de El Palomar, frente a 65 mil almas, anunció un retiro por tiempo indeterminado.

Lo que no falta dentro de estos dos conglomerados de fanáticos es el sufrimiento. Un sufrimiento que va de la mano de una pasión que no se altera bajo ninguna condición y que busca en su fin último, el acceso a la mínima alegría. Alegría que se mezcla lentamente hacia lo mitológico de un heroísmo, que puede ir desde el tablón y los papelitos hasta el coro más eufórico en lo que se dio en llamar “el pogo más grande del mundo” al comenzar los primeros acordes de “Ji, ji, ji”.

Estos sentimientos hacen de cada hincha y de cada hinchada algo irreproducible, manteniendo, a pesar del éxito o del fracaso, el aura original que los identifica. Se configuran en lo que representan los ideales que mueven a cada uno detrás de un color o de una melodía, porque a la vez es una construcción que proviene de sus sueños y también de sus fracasos haciéndolos iguales y distintos, haciéndolos hinchas de una hinchada.


Por Misil Sovietico



sábado, 8 de mayo de 2010

Gelman cumplió 80.

Este mes de mayo lo vamos a considerar como el mes Juan Gelman. Esta dedicatoria al poeta se debe a sus recientemente cumplidos 80 años. Necesitaríamos otros 80 para no aburrirnos de su pluma y 80 más para releerlo todos los días.

Aca algo de Juan Gelman, disfrutarlo es sólo leerlo o escucharlo:

El juego en que andamos


Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

de "El juego en que andamos"



viernes, 7 de mayo de 2010

CARTA PARA MAURICIO.

Querido Mauricio:

Te miro a los ojos, helados cristales, astillas azules de tu bronca que estalla en mil pedazos. Ah, el odio… en general produce un extraño “efecto dominó”.

Ahora los malos, los feos y sucios, los diferentes, los prójimos que trabajan por poca plata, deben ser aniquilados.

La pobreza, la mugre, la orfandad en las calles, la droga, no existen en tu ciudad donde las plazas enrejadas, que de ninguna manera son para los perros y mucho menos para los marginados, lucen canteros prolijos y coloridos (espejismo suficiente para idiotas varios).

¡Qué bueno está Buenos Aires!

En tu rostro, hermano, se vislumbra el infierno. No el del fuego sino ése del hielo, el del frío eterno que congela el alma separándola de la creación y del creador.

¡Qué soledad infinita la del odio, Mauricio!;Disfrazada de agenda política, de grandes negocios, de mujeres con minúscula y obsecuentes con mayúscula… de espías y espiados…

Cuánto lo siento, hermano… hay un punto en el que el retorno ya no es posible y, habiendo cruzado el límite, sólo te queda esta burda imitación de la vida….

Por A. Zazu


TATO-BACTER. El único comics latinoamericano de bacterias.


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