viernes, 17 de diciembre de 2010

UN NUEVO FANTASMA RECORRE EUROPA.


Cuando Carlos Marx, con su socio, Federico Engels, trató de poner en unos pocos volúmenes, aquella síntesis del pensamiento de revisión histórica de los procesos de desarrollo de la humanidad y aspirando a un orden económico más justo, plantearon la tesis del comunismo. Entre los grandes hallazgos, entre las grandes expresiones de Marx, en aquella época cuando publicaba en diarios alemanes e ingleses (estudiaba de hecho en Inglaterra). Decía que Marx había escrito una cosa fantástica, aquello de “Un fantasma recorre Europa”. Era aquél fantasma que amenazaba el orden (el viejo orden), el orden de la inequidad, el orden de la injusticia, el orden del hombre lobo del hombre. Y Marx decía “ese fantasma es el comunismo”. El fantasma lo asemejaba a la idea del hambre que azotaba en muchas ciudades de Europa, y el tema del comunismo era aquello que se venía como paliativo.

Hoy se acabó el comunismo, se acabó el cogobierno o la mixtura aquella. La coexistencia geopolítica del orden capitalista en Europa Occidental y del orden comunista en Europa oriental. Sin embargo, hay un nuevo fantasma que recorre Europa en estos momentos. Ya no se puede hablar de un nuevo proyecto, es quizás el viejo, el antiquísimo proyecto de sociedades tan primitivas como los europeos ultramodernas. Se trata en definitiva del hambre de los pueblos que migran y de la posibilidad de ver violentados sus derechos civiles por la desigualdad más cruel. Por el ajuste a mansalva a cambio de ver florecer la bonanza que les prometían como advenimiento de aquellos de pececitos de colores.

Hoy Europa está siendo escenario de fuertes reacciones sociales, nuevamente por la presencia de un modelo que se impone de manera muy dura para la clase trabajadora, para los estudiantes y aún para quienes se jubilan.

Hacía 40 años que Francia, por ejemplo, no vivía manifestaciones de semejante envergadura. En el caso de Francia es el pueblo francés el que toma protagonismo, porque desde la juventud y hasta quienes están cerca de jubilarse estan comprendiendo lo que les espera. “El 7 de octubre último un manifestante estudiante de escuela secundaria explicó el sentido del movimiento: Primero la formación, la escuela; después trabajamos,: es lo más difícil,; y por último la jubilación: la recompensa. Si nos quitan la recompensa ¿qué nos queda?” (1).

En Europa están entendiendo que es urgente revertir semejante final. La cuestión es también entender que lo que se lee como crisis económica, empieza siendo en verdad una crisis política.

“Hoy en día la ideología dominante se esfuerza en convencernos de la imposibilidad de un cambio radical, de la imposibilidad de abolir el capitalismo, de la imposibilidad de de crear una democracia que no se reduzca a un juego parlamentario corrupto, y que por ende logre visibilizar el antagonismo que atraviesa a nuestras sociedades. Esta es la razón porque la que Lacan, para superar estas barreras ideológicas, sustituía la frase todo es posible por la observación mas sobria de lo imposible sucede”(2).

Un nuevo fantasma, entonces, recorre Europa señores, y si alguien tiene alguna duda, desde Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua, y Argentina (entre tantos otros ejemplos) pueden dar fe de ello.

  1. Serge Halimi. Director de Le Monde Diplomatique, París.
  2. Stajov Zizek Filósofo, autor de “Livin in the End Times”, Londres 2010

Por El Endo

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