miércoles, 6 de octubre de 2010

Una caliente reflexión.


Seguimos transitando momentos difíciles en lo social y se reconcentra con la figura de la mano dura, que piden a gritos ante los micrófonos por cada hecho delictivo que tratan los medios. Y en el medio el accionar de la justicia.

Un ejemplo: está el comerciante que vende sedas y asesina a su socio con 20 puntazos con la misma tijera que cortaba la seda. Dos vecinos lo vieron y cuando el juez pregunta -Y cómo lo vieron?-, -Y, estaba la ventana abierta!. Ahí está la clave. No sabemos si fue la corriente de aire o las puñaladas lo que lo mató.

La justicia es un concepto de doble entrada: Desde lo axiológico, la justicia implica valores (axiología=campo de valor). Hay un concepto valorativo en el término justicia. ¿Qué es justicia y qué es injusticia? A su vez la justicia encierra a un sistema que castiga el incumplimiento de las leyes. Las leyes son las que reflejan el valor axiológico de la justicia (lo bueno y lo malo).

Ahora, qué pasa cuando en una sociedad, se disocia justicia de la administración de justicia. Cuando este cuadro de doble entrada va por carriles distintos. Pueden pasar dos cosas:

O la sociedad cambió su cuadro de valores, entonces lo que hay que hacer es cambiar las leyes (por ejemplo la sociedad considera que está bien construir un hotel 5 estrellas mediante lavado de dinero, por ende lavar dinero es correcto, o considera que violar es placentero).

O puede ocurrir otra cosa, que el sistema de administración de justicia esté corrompido de manera tal que la subordinación dentro del poder sea escandalosa, o que los jueces terminen siendo más delincuentes que los acusados.


Por El endo

No hay comentarios:

Publicar un comentario