sábado, 21 de agosto de 2010

"El extranjero" de Albert Camus.


El personaje que Albert Camus crea en “El Extranjero” podemos ser todos y a la vez es único.

El libro nos hace recorrer nuestros sentimientos más íntimos, a través de la mirada de su protagonista. La muerte, el asesinato, la traición y la injusticia se tratan en “El extranjero” por medio de escenas tradicionales, simples y corrientes. Es con estas escenas que el libro nos lleva a preguntarnos hasta que punto somos capaces de sostener las frustraciones personales y ajenas. Cuánto soportaríamos que nos juzguen por no llorar en el velorio de nuestra madre. ¿Alcanzamos gracias al modo en que vivimos esa sensación de alienación que nos provoca “la nausea” hacia este mundo?

Sí, la alcanzamos, porque no podemos dejar de compadecernos por Meursault y su desencanto frente a vida. Una vida que también compartimos y que también actuamos cotidianamente. Una vida que nos deja mucha veces sin un sentido determinado. Una vida que nos juzga por nuestros actos y en la que nosotros mismos nos sentimos extranjeros.

Durante su lectura, una fuerza dominante nos hace no poder parar de leer una prosa simple pero llena de contenido, en donde la critica y la exposición de una sociedad indiferente e hipócrita, nos lleva, y lleva al protagonista al absurdo del sin sentido, en donde muchas veces preferimos callar y morir porque todos los finales terminan siendo iguales.

“El extranjero” de Albert Camus es un libro que esconde, que oculta. Por eso su lectura debe ser continua y retomada en cada momento. En unos años, volver a leerlo, nos puede llegar a cambiar el sentido y sus significados podrían ser otros.


En este video algo sobre Camus y de su novela llevada al cine:




Por Misil Soviético.

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