viernes, 27 de junio de 2014

“Control” de Anton Corbijn

Es imposible que no me atraiga una película que trata sobre la tortuosa vida de un cantante. Mucho más cuando ese cantante es un cantante de rock con un final poco feliz.
La vi por cable, y el blanco y negro de la puesta fue lo primero que llamó mi atención. Más tarde fue el buen sonido de la banda lo que me inmovilizó en el sillón.
Estoy hablando de “Control”, película dirigida por Anton Corbijn, y basada en la vida (corta) de Ian Curtis, cantante de Joy Division.
Películas de músicos hay muchas, pero en lo personal muy pocas me parecieron del nivel artístico de esta. El blanco y negro aporta la cuota justa de ambientación y la música junto con las interpretaciones son impecables. Quiero decir: el guitarrista “está” tocando la guitarra, al igual que el bajista y baterista. Los acordes son reales, y suenan reales. De esta manera vemos la historia de una banda y no actores con instrumentos colgados. Esto puede ser una boludez, pero para quienes tenemos cierto conocimiento musical es fundamental para no desvincularnos del relato. En “Control” esto está muy cuidado, al igual que las versiones de los temas que se interpretan. Dicen que quienes trabajaron en la banda de sonido son los mismos New Order, banda formada con los miembros, vivos, de Joy Division.
En cuanto a la historia, no hay desperdicio. Es simplemente la vida de un joven atormentado, que utiliza el arte como vehículo de escapatoria hacia una felicidad que nunca llega. La poesía esta presente al igual que el desánimo y la depresión. Los sentimientos comienzan a mezclar el odio y el amor, ayudado por periódicos ataques de epilepsia. 
Sam Riley es el encargado de ponerse en la piel del denso y torturado Ian Curtis, mientras que Samantha Morton es la joven esposa del cantante.  
El film está inspirado en las memorias de la viuda de Curtis, Deborah titulada “Touching from a distance: Ian Curtis and Joy Division” y editado en 1995.

Sobre la banda y el mítico cantante se puede seguir escribiendo en cantidad. Esta breve reseña sólo intenta hacer mención del film realizado por Anton Corbijn en 2007. La verdadera historia dentro del marco del post punk de finales de los 70´s y principios de los 80´s es mucho más sinistra y vertiginosa. Adjetivos que fueron demasiado amplios para los jóvenes 23 años que tenía Curtis cuando decidió irse. 

Por Matías Comicciolli. 

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