lunes, 8 de marzo de 2010

Las migas de la semana I.


La idea a pesar de todo sigue siendo el “no te metas”. Porque para qué te vas a meter si las caras siguen siendo las mismas.

El problema, cómo casi siempre, sigue siendo la historia. Pero esta vez hay que dejar de lado a Moreno, Belgrano, San Martín o al Cornelio de Saavedra (habrá que dejarlos de lado o son la misma historia, las mismas ganas de quedarse con algo?)

Como salido de un cuento de hadas, volvió a poblar las tapas de los diarios –y no es casualidad. Su barnizada, acarmelada y engominada foto representan a los intereses que se ponen en juego frente al actual gobierno- para que un terremoto de recuerdos, que nada tiene que ver con el desafío que enfrentan los chilenos, me haga por lo menos cuestionar algunas cosas.

Recuerdo aquella vez en que una gesta de patriotas organizados comenzaron a reunirse en los barrios sin saber demasiado por qué ni para qué. La bandera que se esgrimía en ese momento era la de “Política por y para el pueblo”. De esta manera Flores, Almagro junto con otros barrios de la capital y el conurbano, se disponían a cambiar la política nacional, sin una política nacional que los guiara…

Así y sin preámbulos, escuchábamos a una clase media que dolida en sus bolsillos gritaba y pataleaba contra todo tipo de instituciones bancarias, gubernamentales y burocráticas. Porque, se decía en ese momento: “lo que necesitamos nosotros (la Clase Media) es que se vayan todos”. Y con esta frase sonaba la caballería montada de los motoqueros, retumbaban las piedras de los estudiantes y los trabajadores, resonaban las cacerolas de las amas de casas, se batían los pañuelos de la Madres, todo contra una policía que reprimía primero con goma y después con plomo y contra gobiernos democráticos que basaron durante tres décadas sus políticas en la especulación y el remate Estatal.

Hasta aca, un recuento hiper resumido de lo que sucedió una vez en la argentina, gracias a la utilización indiscriminada de recetas neoliberales y consejos del Fondo Monetario Internacional. Los cuales se promovieron durante la dictadura y se concretaron en el menemato.

Pero qué pasa ahora? No sólo el Innombrable vuelve a la palestra y sus palabras son tomadas por los Nobles Medios como las santas escrituras, sino que cualquier alusión, mail o msj de texto del FMI, es recogido como una verdad absoluta por la bolsa de gatos que conforma la oposición. Misma bolsa de gatos que no acató las órdenes populares del: “que se vayan todos”, y que ahora es defendida por una mayoría popular que, en su momento, aprendió los cánticos futboleros con tal de que dejaran de gobernar.

Esta Clase Media bufetera y vergonzosa, tiene el privilegio de despotricar a los cuatro vientos (con todo su derecho) mientras se pone del lado de aquellos que, avisados con anterioridad de los congelamientos bancarios del 2001, sacaron la guita (los bancos privados habían ayudado a sus clientes más ricos a sacar alrededor de 20 mil millones de dólares de Argentina en el transcurso del año anterior, gran parte sin pagar impuestos. Este punto es importante, porque para muchas de las familias y empresas más prósperos de Argentina, el fiasco banquero y la devaluación los hizo más ricos de lo que ya eran antes. La miseria planeada” Naomi Klein) y la pusieron en el extranjero, mientras que al Mediano Imbécil le devolvieron los ahorros recortados en un tres cuarto por ciento.

Pero ahora se llenan la boca hablando del autoritarismo del gobierno, del los negociados en el sur, y de la estética presidencial y en su momento cerraron la boca mientras disfrutaban del “Crecimiento Económico”, “la inversión extranjera”, “la Prosperidad y la Estabilidad”, “El Libre Mercado”, “Unirse a la Economía Global”, “a la Privatización Masiva”, “a los despidos del Sector Público” y “a la Flexibilización Laboral”. Todo un oasis que nos ahogó entre piedras, balas y sangre.

Hoy esa misma gente apoya a representantes que ganan la mayoría en el Congreso y ganan cargos en comisiones, salen en diarios y continuamente son disparados por los canales de noticias. Son la misma Bolsa de Gatos que junta a personajes como Hilda “Chiche Duhalde con Sanz, a Rodríguez Saá (alias “Cancelamos el pago de la Deuda) con Rubén Giustiniani y a Menem con Cobos.

Estas figuras son las que llevan grabadas en la frente el “que se vayan todos”, pero su hedónico heroísmo les impide mirarse la frente y recordar que a pesar de que una mayoría vernácula y taciturna hoy vuelve a defenderlos, existe un Gobierno elegido democráticamente que posee una idea distinta de modelo de país, lo cual le hace tomar medidas diferentes que pueden ser mejores o peores, pero que seguramente se oponen directamente con los grandes grupos que elaboraron la estrategia primigenia allá por marzo del 76 (“El campo”, los medios de comunicación, el Ejercito, el sector industrial y el Clero) donde se trató de eliminar la ideología por la economía y donde las consecuencias neoliberales aún perduran en el aumento de la pobreza, los problemas en educación y salud y la precarización del trabajo.

Frente a estos problemas, siguen apareciendo las figuras que sostuvieron un tenaz apoyo a la libre economía de mercado y que llevaron a la Argentina a los dramáticos episodios de 2001.

Pero lo pero no es el recuerdo nefasto de la Ferrari, la avispa, el megarcanje y los asesinatos (en democracia duhaldista) en la estación Avellaneda. Lo pero es la amnesia de nombres que sufre una clase media “mediatizada” full time por corporaciones que sólo buscan defender sus intereses y publicitar subjetividades en beneficio propio.

PD: Si algo no funciona con la normalidad habitual dentro del blog, tengan en cuanta que se nombraron personajes que poseen la extraña habilidad de descomponer y desarreglar todo tipo de ámbito en el cual participan y/o son nombrados. Por las dudas tómense el izquierdo o la izquierda…


Por Misil Soviético

1 comentario:

  1. Compañero:
    Lo invito a conocer mi blog.
    Si está de acuerdo, podemos hacernos seguidores mutuos.

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