La película es especial para esas tardes aburridas de frío y lluvia.
Como para completar el programa, sería muy bueno tener una ración importante de
papas fritas, maníes, palitos salados y dos o tres cervecitas en la heladera.
El director es un alemán con ascendencia turca, o un turco que vive en
Alemania, quien ya tiene en su haber películas como “Al otro lado” y “Contra la
pared”.
Pero esta vuelta la cosa viene de comedia y “Soul kitchen” es el mejor ejemplo de ello. El protagonista, Zinos,
puede hacer una larga lista con todas las desventuras que está sufriendo tanto
en el amor como en lo laboral. Como si esto fuese poco, además padece una
hernia de disco que no le permite moverse con facilidad.
Es decir que: su novia se fue, su restaurante no camina, las deudas se
amontonan, su hermano no lo ayuda y la salud no lo acompaña. Sin embargo el
amor a la música soul y su constancia en el trabajo harán que encuentre un
nuevo concepto en la cocina.
De esa manera “Soul Kitchen” comienza
a crecer y a multiplicar comensales. Pero el amor vuelve a caer sobre nuestro
personaje y hace que todo se vuelva un nuevo infierno. Pero como siempre, la
solución está en el soul y en el grupo de personajes que orbitan la vida de
Zinos.
Para cuando la película haya terminado, las dos cervezas se habrán
vaciado y la picada será un recuerdo de platitos amontonados. En ese momento
agradecerán la recomendación de “Soul
Kitchen” del director Fatih Akin.
Por Matías Comicciolli.
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